miércoles, 28 de enero de 2015

6. From Me to You

1966



Llegué, sabía que iba retrasado... pero el punto era llegar. Después de saludar a cada persona que se me cruzara, entré al estudio y miré a Paul abrazando de su bajo violín.

—Pensé que no llegarías — dijo sin alzar la mirada.
—Pues pensaste mal... — sonreí.

Me acerqué a él y coloqué el sobre de Susanne en la mesa donde se encontraban las notas de Paul que estaba leyendo.

—¿Y esto? — lo tomó.
—Ábrelo.
—¿Qué es?
—Ábrelo — repetí.
—¿Quién lo ha mandado?
pensé dos veces antes de decirle —... Alguien.
—¿Qué te traes, eh?

Me miró extrañado, luego miró el sobre y comenzó a abrirlo. Observó su contenido y metió la mano para sacar las fotografías lentamente.

—Vaya...

Miraba cada una de las fotografías, exactamente unos cinco segundos mientras se formaba una pequeña sonrisa en su rostro.

—Soy muy fotogénico.
reí —O ella te hizo ver así.
—Tal vez... — me miró —¿Cómo es que diste con esto?
—Pues, ella me lo dio.
—¿Cuándo?
—Ayer.
—¿Cómo?
—Uh, ataque de preguntas.

Encarnó una ceja.

—... Verás... me encontré con ella por casualidad, iba caminando y yo manejaba hacia Surrey.
—¿Te dijo algo?
—Dijo que había ido a la oficina de Brian, buscaba que Freda te diera el sobre, pero al final no resultó. Así que bueno, yo me ofrecí y listo.
—¿Qué más?
—¿Quieres que te escriba la conversación?
volvió a mirar el sobre a fondo —Dejó una nota.
—Oh... — esperaba que la sacara —¿La vas a leer o...?
—No hay prisa.

Sacó el pedazo de papel y comenzó a leerlo en silencio.

—Ninguna dirección, ningún teléfono... — volteó la nota.
—No tiene domicilio.
—¿A qué te refieres?
—Bueno... no sé cómo explicarlo. Ella va a la universidad.
—Eso ya lo sé.
—Ajá, pero no sabías que duerme en los cuartos de allí... aparte, me ofrecí a llevarla.
—¿Y dónde estudia?
—No recuerdo el nombre, sólo sé que está algo apartado de la ciudad y que... parece cárcel.
—¿Tampoco tienes ningún dato suyo?
—Sólo eso, ah... y su nombre.
—Qué gracioso. Su apellido también, ¿no?
—Sí, por suerte — seguí con el humor Lennon —Paul, ¿por qué cuando la viste, no le pediste cualquier dato existente?
—Porque... vamos, apenas la había conocido.
—¿Y eso qué? Hay chicas que apenas conoces y te acuestas con ellas.
—Es distinto.
—¿Te importa mucho?
—¿Quién?
—Susanne.
—No, no me importa como tú crees. Me gusta su fotografía, y me gustaría que estuviera cerca de nosotros... nosotros cuatro.
—... Ya aparecerá.
—¿Cómo estás tan seguro?
—Pasa que siempre la encuentro.
—Claro, ¿siempre significan 3 veces en tu idioma?
—Exacto... a veces va a la tienda de discos.
—Pero la cierran en una semana, ¿recuerdas?
—Ah... cierto.
—George, tienes que llevarme a su universidad.
—¿Estás loco? En ese lugar hay más adolescentes que en un concierto de nosotros, sabes que los rumores comenzarán. Además, no creo que te dejen entrar sólo porque eres Paul McCartney.
—Tiene que haber otra forma entonces.
—¿Te urge tanto?
—No, pero... — hundió los hombros —... no sé.
—Cielos McCartney... — hundí mis labios.
—¿Qué?
—Que...
—Chicos, ¿ya terminamos? — dijeron desde la cabina de sonido interrumpiendo nuestra conversación.
—... Un momento, voy al baño — dijo.

Se levantó y salió del cuarto de grabación.

Después de ver salir a McCartney, vi la nota. La curiosidad me mataba, sabía que no podía ser nada grave... así que me acerqué y la leí como si nadie me estuviera viendo:


"Lamento la demora, pero aquí tienes.

Un pequeño regalo,
espero que te agraden tanto como a mí.

Con cariño:
Susanne Gretchen.

P.D. Cuentas con un gran perfil."


—Hey, ¿qué haces?
bajé la nota —¿Tan rápido regresaste del baño?
—Sí — miró mis manos, que aún sostenían el pedazo de papel. Esperaba una respuesta.
—... Sólo puedo decirte dónde estudia.
—Eso es suficiente — sonrió.

... días después...


—¡Me encanta esa canción! — subí un poco volumen del tocadiscos de maleta que se encontraba en mi cama.

Sonaba "Hit the Road Jack" por el gran Ray Charles.

—Susanne...

Movía la cabeza al ritmo de la música, con los ojos cerrados.

—¡Susanne! — bajó el volumen —¿Ya planeaste tus vacaciones?
—Algo así... ¿Hablamos después? — sin abrir los ojos, toqué el botón de volumen del tocadiscos, pero Audrey quitó mi mano de ahí, provocando que me reincorporara.
—Sue, comienzan la semana entrante.
suspiré —Me quedaré en Londres.
—¿No irás a Nueva York para ver a tus padres?
reí —¿Y que salgan con el sermón de siempre? No gracias. Conseguiré un trabajo temporal y, veré cómo me las arreglo.
—Aquí vamos de nuevo...
—¿No crees que lo haga?
—Pues...
—Audrey, no sé porqué eres tan pesimista conmigo.
—No soy pesimista Sue, es sólo que estás en un país donde no conoces a nadie más que no sea Danny y tus amigos de la universidad... ah, y para terminar, quieres quedarte aquí. Dime, ¿dónde crees que la pasarás? ¿En el cuarto de la universidad? — puso un gesto de disgusto.
—Claro que no. Además, ¿tú qué sabes? Mis amigos podrían ser los mismos Beatles y no lo sabrías porque no sabes qué es lo que hago.
—Claro Sue... The Beatles tus amigos, y yo tomé un café con Marilyn Monroe.
—Ajá, y yo fumé con Paul McCartney.
—Basta de bromas.  Sabes que mis tíos me preguntarán por ti.
—Diles la verdad. Diles que su hija rebelde como ellos dicen, ha decidido ser londinense por una temporada.
—Susanne, ¿será que no entiendes? ¡Harán que te regreses a Nueva York!
—Con mayor razón, debo quedarme aquí y aprovechar las tierras británicas mientras pueda.

El sonido de la puerta interrumpió la plática. Me levanté, caminé a la puerta y hablé por detrás de ella antes de abrir.

—¿Quién es?
—¿Señorita Gretchen?
—Sí, soy yo.
—Correspondencia.
—¿Correspondencia? — miré a Audrey, extrañada.
—Abra por favor.

Abrí la mitad de la puerta.

—Aquí tiene.
—Gracias Miss... — tomé la carta tratando de recordar cómo se apellidaba.
—Nos vemos, que tenga buena tarde.
—... Eh, disculpe... ¿sabe quién la mandó?
—No, señorita. Hoy es día de correspondencia, me entregan el paquete y lo reparto en el plantel.
—¿Día de correspondencia?
—Ya pasó un mes desde el último día de correspondencia.
—Espere, espere — interrumpí —Entonces, ¿esto podría tener un año y apenas me lo entregan hoy?
—Veo que no ha entendido, señorita Gretchen. Esta es la correspondencia que le llegó cualquier día de marzo, el próximo reparto es el mes que viene.
—Pero tendremos vacaciones.
—Algunas personas se quedan aquí.

Escuché la risita burlona de Audrey.

—¿Y qué pasa si es muy urgente?
—En todo caso, podrían llamar a la universidad o podría venir la persona que necesita informar ese algo muy urgente.
—Qué carajo... — tapé mi boca —Oh, disculpe Miss.
—Hasta luego señorita Gretchen — dijo en un tono irritante.
—Hasta luego, y gracias — cerré la puerta después de que se fuera.

¿Quién sería?... recuerdo que mis padres no habían enviado una carta desde hace... hace... muchos días. Ni siquiera sabía que podía recibir cartas. Universidad de Londres, un punto a favor.

"Para: Susanne Gretchen" estaba escrito en una letra enredosa, pero legible.

—¿Quién la manda?
—... Hablando de los cretinos de mis padres... — mentí para cortar el tema.

Tiré la carta a mi cama sin darle importancia mientras Audrey no se iba... pues sabía que preguntaría hasta enterarse por completo y hacer que la abriera frente a ella.

Mientras Audrey hablaba sin callarse, seguía pensando en la carta...

Por alguna razón de fuente, supe que claramente lo había escrito un hombre, probablemente un doctor. No era la letra de Danny, ni de Thomas, ni nadie que conozca dentro de lo que sé.

Londres era muy grande, y conociéndome, no podría haber hecho más amigos en tan poco tiempo...

... o tal vez sí.

...

Marzo.

"Sigo sin creer que me haya respondido. Nada hace que deje de leer esa carta, y cada vez que la leo, pienso en lo dulce que fue de su parte.

Ojalá el ser tan descuidada no provoque que la pierda. Espero que se me ocurra algo para poder conservarla por siempre (si es que se puede).

Estoy emocionada, no sé realmente qué escribir... tal vez vuelva a leerla hasta quedar dormida. Aunque no estoy muy segura de que sea así. 

La pregunta es: ¿podré dormir esta noche?"

2013

Al final si se le había ocurrido algo, pero el pegamento se había secado debido al tiempo, entonces la carta estaba suelta entre las páginas de ese diario.

Recuerdo que Susanne quería que estuviese en ahí para poder leerla por siempre.

Era la primera carta que le había escrito, y claro que no había olvidado de qué se trataba, pero tenía que recordarlo, sólo por nostalgia.

...


"Susanne:

Me encantó tu regalo. Sin duda, te has convertido en mi fotógrafa preferida. Nos gustaría verte de nuevo... John no olvida esa salida que le debes.

Por cierto, creo que fuera de el gran perfil, es más belleza natural.

Con cariño:
Paul McCartney."





...





¡Hola, hola!

Extrañaba subir por acá {después de unos tres siglos} ¡el primer capítulo del 2015!

 Debo aceptar que me está agradando, y la verdad es que tengo pocas ideas para la otra fic... pero espero que les guste como va todo por aquí.

Siento si llega a ser algo enredosa la historia, si tienen alguna pregunta o algo (???) sólo díganme.

Saben que les agradezco mucho que lean, comenten y así.

Las adoro mucho.

Besos y abrazos,

<3