lunes, 4 de agosto de 2014

2. I Remember You

Febrero:

"¿Cómo puedo comenzar? ... ¿Con un típico "querido diario"? Hmm, no. Hola de nuevo querido amigo, o tal vez amiga, sigo sin decidir qué es lo que realmente eres.

Todo volvió a comenzar... Fue consejo de la psicóloga algo tardado. Me ha recomendado seguir con mi rutina de cada año. Por cierto, ahora es 1966.

Pero comencemos con lo interesante, con lo que verdaderamente me importa, algo que tengo que anotar para recordar siempre:

En el Shea, como ya sabes en el diario anterior; sucedió algo que tal vez hasta el siglo XXI las personas recuerden... El caso es que en aquellos momentos, por los gritos de las mujeres, nunca imaginé que me llegara a emocionar conocer a uno de los cuatro chicos más deseados. Y no, aún no lo sabe Audrey.

Después de que todo comenzara gracias a que el joven caballeroso me ofreciera fuego, platicamos un poco. 

Al final no preguntó si contaba con algún número, ni siquiera mi dirección, o en este caso, mi universidad... no, nada... nada para volver a charlar una noche aburrida.

Dijo: te veré pronto.
Y contesté: ¿cómo estás tan seguro?
Respondió: sé que así será.

George Harrison, qué persona."

1966.

—¿Qué era?

Me dio sus apuntes.

—¿Y dónde era?
—¡Ahí dice!
—... Es algo tarde Audrey, ¿por qué no me acompañas?
—Tengo pereza.
—Audrey por fa...
—Te recuerdo que me debes un favor — interrumpió.
—¿Segura que quieres desperdiciarlo ahora?
—Sí. Ve antes de que se haga más tarde y no se encuentre abierto.

...

Bajé el papel después de leer de nuevo la dirección. Era el lugar apropiado, una botica. Antes de entrar, me pregunté varias veces: ¿por qué carajo elegí estudiar éso?

"Lunes a viernes:
08:00a.m. - 22:00p.m."

Perfecto, me quedaban unos minutos todavía, así podía pasar a esa llamativa tienda de discos en el edificio de al lado que por sorpresa, seguía abierta.

Entré rápidamente y recorrí los pasillos hasta ver a mis cinco chicos favoritos. Miré "Out of Our Heads" unos cuantos segundos hasta que recordé que tenía dinero en los bolsillos. Lo tomé y fui hasta la caja.

—¿Hola? — golpeé levemente el timbre de ahí —¿Hay alguien?

Nadie contestaba.

—¡Tengo prisa y necesito llevarme el disco!
—¿Quién más está afuera? — dijeron del otro lado de una puerta.
—Sólo yo... ya es tarde.
—¿Qué es lo que llevas?
—Unas papas fritas, y más porque aquí sólo venden discos.
rió sarcásticamente —Muy graciosa.
—... ¿Podrías cobrarme? Tengo que ir a otro lugar.
—¿De quién es el disco?
—Sal y entérate.
—¿Cómo sé que estás sola?
—Confía en mí.
—... Que sea rápido.

Salió de la puerta y lo observé... ¿Me están jodiendo?

—¿Cuánto?
—Son 7 euros.
—Vale — busqué el dinero en mis bolsillos.
—Date prisa.
—¿Quién te busca?, ¿la policía?
—¿Por qué tomas el trabajo del ayudante de Freda? — la voz provenía detrás de mí.
—Porque no hay nadie, y los gritos de esta mujer me estaban aturdiendo.
—Aquí tienes — sonreí tiernamente y puse los 7 euros en el mostrador —Mi disco — extendí la mano.
—Ten — lo arrastró por el mostrador y lo tomé.

Al dar media vuelta, no podía creer quién estaba ahí.

—Oh vaya. Tenía razón, sabía que nos volveríamos a encontrar.
sonreí —George... ¿Qué tal?
—¿Qué tal? — repitió igual con una sonrisa —Ven Rich, ella es de confiar.
—Ya veo. No tiene ningún efecto Beatle.
—Así es — me miró —¿Puedo ver qué llevas ahí?

Coloqué el vinilo en toda mi cara.

—Hmmm, es bueno.
lo bajé —¿Sólo bueno?, ¿estás bromeando?
—Un poco — su amigo terminó por acercarse —¿Ya conoces a mi camarada?
—Creo haberlo visto en el Shea, el año pasado.
—¿Ah sí?

Asentí.

—¿Fuiste a vernos al Shea?

Volví a asentir.

—¿Por qué no me dijiste? — preguntó George con media sonrisa, mostrando esos llamativos colmillos.
—No es muuuuuy importante.
—¿Tienes algo nuevo para contar?
—No, nada. Sólo que me he encontrado contigo de nuevo.
—Ya ves lo pequeño que puede ser el mundo.
—Sí, ya veo.
miró a su amigo —¿No llegó el otro par?
—No.
—Cenaremos solos esta vez.
—Eso parece.
—A menos que... ¿Ya cenaste Susanne?
me sorprendió el hecho de que recordara mi nombre —Aún no.
—¿Y a dónde irás ahora?
—A la botica.
—No estarás enferma ¿o sí?
negué —Es por mi... universidad...
—¿Universidad?
—Sí.
—No bastó lo poco que hablamos hace un año... ¿Qué te parece si vamos a cenar los tres?
—Claro — sonreí mientras los miraba.
—¿No te enoja? — miró a su compañero.
—En lo absoluto.

...

Eran ya las 23:40pm. El frío comenzaba a apropiarse de Londres más que de costumbre, pero no le tomaba importancia, no mientras estuviera con ellos dos.

—Susanne, no creo que sepas que se acerca el cumpleaños de George.
—Creo que sí — suspiré.
—Me alegra — rió George —Qué dices, ¿la invito?
—¿Invitarme?
me miró —Tarde o temprano la invitación llegaría a tus oídos...
—Resulta que Lennon lleva invitando a casi todo Londres.
—Oh... — dije aún desorientada —¿Y bien?
—16, Claremont drive.
—En Surrey.
—Este viernes.
—Esperamos que puedas ir.
—Es... una... ¿fiesta?
—Con pastel, gorritos y serpentinas — George guiñó el ojo.
—Tú sólo ve.
—Está bien. Este viernes, Claremont Drive.
—16.
—Surrey.
—Okay.

Seguimos caminando mirando nuestra ruta.

—¿Sabes qué George?
—¿Qué sucede?
—Susanne dice no ser nuestra fan, pero debe aceptar que en realidad lo es.
—¿Por qué lo dices? — reí
—Hace unas horas, la escuché decir mi nombre.
bufé —Vamos, ¿cómo no saber que eres Ringo Starr?
—Dijiste Richard.
—Ringo, Richard... Bueno, es casi lo mismo.

George rió.








...


¡Mis bellas lectoras! 

Me pone muy feliz que les esté gustando la fic. Saben que les agradezco muchísimo.

Aquí tienen otro capítulo, (no me equivoqué esta vez) ... después de casi un milenio.

De verdad lo siento... pero es que he estado más concentrada en I love you, that's all I want to say.

En fin, espero que les guste... ¡Las adoro!

Besos y abrazos.

<3