jueves, 18 de diciembre de 2014

5. From Me to You

Marzo.

"Apuesto... interesante... inglés...

¿Qué más? Uhm... tal vez... apuesto... interesante... y también inglés. Sí, supongo que eso lo dice todo.

Paul McCartney, nada más que escribir."

...

1966

—Gracias Danny, te debo una.
—Nada de eso jovencita, tendrás que venir desinfectar el cuarto oscuro.
reí —Claro, mañana a primera hora — contesté con sarcasmo.
—... Sólo porque eres Susanne Gretchen, y espero que con esto vayas directo al camino para ser libre de aquella nefasta universidad.
—De nuevo, gracias — sonreí —¿Deseas ver las fotografías?
—No no, así estoy muy bien.
—Tú te lo pierdes.
—Oh no querida, no me pierdo de nada.

Lo miré tratando de hacer el gesto más tierno que podía.

suspiró —... Vamos, enséñame.
—¡Si tú lo dices!

Saqué la secuencia fotográfica rápido pero con cuidado, las tomó y comenzó a mirarlas con detalle.

—¿Qué dices?
—Joder Sue... lo embelleciste.
negué lentamente mientras veía la fotografía —El chico es muy fotogénico... digo, con ese rostro — hubo una pausa mientras colocaba una mano en mi barbilla ocultando una sonrisa —Hablando de su rostro, debo decir que es muy cautivador, sus facciones... sus...
—¿Eh? — interrumpió —Para ya, o devolveré la comida.
—¿Qué dije?
me miró con el ceño fruncido —Nada. Creo que ya te ibas ¿no?
—Ah, sí sí... — me dio las fotografías mientras me miraba y las tomé —Luego te veo — terminé por guardarlas.
—Cuídate... y trata de no enamorarte.

...

Salí de los estudios Abbey Road y fui hasta mi vehículo. Arranqué con dificultad gracias a las fanáticas que ocupaban opacar la salida y al final, pude conducir tranquilamente por la ciudad.

Comenzaba a anochecer. Era lluvioso como casi todos los días, así que decidí bajar la velocidad para ver con cuidado.

Recordé entonces que nadie más quería quedar como el pobre de McCartney y ese bonito diente partido.

...

Lluvias de primavera: no mis favoritas pero llego a soportarlas de vez en cuando... aunque pensándolo bien, aquí en Londres no se nota la diferencia entre estaciones.

Tenía que dejar de divagar y dedicarme a caminar más rápido ya que comenzaba a empaparme, aunque... vamos... mojarse un poco no hará daño ¿o si?

Sí, definitivo. Y no mojarse sólo por agua "de la naturaleza", sino por un auto que ha pasado al lado de ti y termina dándote un baño.

... Groovy.

—Maldita sea... — suspiré después de ver mis calcetas empapadas, zapatos y la parte baja de mi falda.

El auto que pasó, dio reversa por alguna extraña razón. Tal vez, sólo tal vez... pudo leer mis pensamientos.

—No puede ser — sonreí mientras observaba al conductor.
barrió mi cuerpo con su mirada y rió un poco —Oh, creo que lo siento... pero no tanto eh...
—Al menos regresaste para disculparte.
—Sí, pasa que soy una buena persona.
—Eso veo — reí.
—Qué sorpresa Susanne.
—Sí... qué sorpresa — apreté mi falda para quitarle el exceso de agua.
—Mírate, estás empapada.
—¿Tú crees?
rió —Ya dije que lo siento. Pero bien, ¿adónde ibas?
—A mi universidad.
—¿Ese es tu uniforme? — señaló con su dedo índice.
—¿Crees que saldría con el uniforme?
volvió a reír —Déjame llevarte — abrió la puerta de su derecha.
—No no... de verdad, me queda cerca.
—Mientes. Vamos, sube... debo disculparme de alguna otra manera.
—... Está bien.

...

—Susanne, quisiera saber si fuiste el viernes pasado.
—Claro, ahí estuve.
—¿Y por qué no te vi?
—Quizá porque había medio Londres en tu casa.
—Ah ya. ¿Y cómo es que Paul te vio?
un sentimiento de nerviosismo se apoderó de mí —Cómo... ¿cómo sabes?
—Salió el tema un par de días después. Dime, ¿qué tal McCartney?, buen chico ¿no?
—Sí... es muy agradable... simpático y tiene un porte elegante.
—Oh vaya, si que te agradó.
—Ajá, no parece ser el soberbio de ustedes sólo por ser una cara bonita, y el escritor... McLennon, ya sabes.

Rió y suspiró.

—... Y tú no pareces ser el serio.
—Eso dicen. Estoy pensando seriamente demandar a cada periodista que me describe de tal manera.
—Pues deberías, sólo causan mala impresión de ti... o mejor dicho, de ustedes.
—Me alegra saber que ya no estás tan cegada, así alguien más sabrá quiénes somos en realidad.
—Igual me alegra, aunque bueno... esos fanáticos son los plásticos, los que se dejan llevar por la moda o por su físico.
—¿Y tú no eres uno de esos?
—George... ni siquiera soy su fan.
—Dulce y cruel realidad — bajó el volumen de la radio —Y dime: ¿qué hacías antes de que por causalidad nos volviéramos a encontrar?
—Caminaba.
—¿Y antes?
—Estaba perdida, pero seguía caminando.
—¿Y antes de perderte?
—Ehh... fui a la tienda de discos donde nos vimos aquella vez.
—¿Sólo para matar el tiempo?
—Algo así — sonreí y bajé la mirada. Comencé a sacudir algunas gotas de agua del sobre de las fotos.
volteó un poco, sin quitar la vista de la pista —¿Qué llevas ahí?
—Son unas fotografías.
—¿Puedo verlas?
—Sí, pero ahora no... estás manejando. No querrás darle un baño a alguien más ¿o sí?
—Bueno, sería divertido ver con quién me encuentro esta vez — sonrió —Espera un momento.

Y en ese mismo instante, buscó una parada y se estacionó. Me miró pidiendo el sobre, entonces se lo di.

—Vaya... — dijo mientras sacaba poco a poco cada fotografía —Yo conozco a este hombre... creo que le dicen Paul McCartney.

Reí un poco, era la típica risita nerviosa.

—¿Se las ibas a dar?
—Ese es el dilema. No sé cómo encontrarlo... por eso es que fui a la tienda de discos, para ver si podía hablar con ¿Freda? — asintió —... Y darle las fotografías para que por favor, se las diera a Paul.
—Si quieres... Mira, lo veré mañana entonces... creo que puedo dárselas.
—¿De verdad?
—Claro.
—Maravilloso.
—Bien... — seguía mirándolas —Me agradan.
—¿En serio?
asintió —Y sé que le agradarán igual.

Sonreí.

—Me han dado ganas de tener las mías.
—¿De que yo te tome fotografías?
—Cómo crees, me refiero a tener una secuencia fotográfica de Paul. Es que... se ve tan bien...
reí —Pues... si quieres.
—Nah, olvídalo — interrumpió —Veo su lindo rostro todos los días. Fuera de eso, digo que, sería un placer ser tu modelo... un día... no muy lejano.
—Sería un placer para mí.
—Uy, ¿lo ves? Estamos al par.

...

El viaje había durado alrededor de una hora. Se había hecho de noche y yo, sinceramente, no quería bajarme del auto.

—¿Aquí es? — miró el lugar con un gesto de disgusto.
—Sí.
—Y según Susanne Gretchen quedaba cerca.
reí —Creo que me equivoqué.
—Creo que sí.
—Parece un reclusorio, ¿no?
—... Ah que... ¿no es un reclusorio?
—Pues... sí, lo es.
—Ya veo. Te deseo mucha suerte entonces.
—Gracias... y gracias por el viaje.
—De nada.
sonreí —Saluda a los chicos de mi parte.
—Claro. Sé que también John Lennon tuvo el placer de conocerte.
—Oh...
—¿Cómo es que se comportó?
—Bien, bien. Digamos que es muy... muy... ¿divertido?
—Fuera de las drogas y el whisky... digamos que, bueno... claro que tiene lo suyo.
—Y no lo dudo — bajé del auto.
—¿Me dejaste las fotografías?
—Cierto — las coloqué el sobre en el asiento delantero —Gracias por esto también.
—No hay de qué. ¿Le digo que son de tu parte?
—Sí... bueno... — necesitaba no sonar muy emocionada —... como quieras.
suspiró —Está bien.
—Entonces... creo que, nos vemos.
—Hasta pronto, Susanne.

Por último, cerré la puerta de su auto.














...





¡Hola, hola!

Qué bonito se siente subir por acá, y es que necesitaba hacerlo. 

Sucede que, tengo miles de ideas para esta fic que tengo ganas de subir muy seguido, pero necesito enfocarme más en la otra fic {que queda poco} así que... bueno.

El caso es que, después de unas cuantas décadas, por fin subí aquí.

Espero que les agrade como es que va la historia y todo eso.

¡Gracias por leer! Las adoro muchote.

Besos y abrazos.

<3